David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

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La Palabra da vida

Jesucristo revivificó al hijo de la viuda de Naín en nuestra lectura del Evangelio de hoy (Lucas 7:11-17) por el poder de su propia Palabra. El profeta Elías en nuestra lectura del Antiguo Testamento (1 Reyes 17:17-24) también revivificó el hijo de una viuda pero no por su propia palabra o propio poder. Jesús sigue llamando a los pecadores de la muerte espiritual a la vida eterna por medio de su Palabra. Cristo no sólo derrotó la muerte temporal sino también la muerte eterna.

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Mercy and mission

Luke 7:11-17

11 And it came to pass the day after, that he went into a city called Nain; and many of his disciples went with him, and much people. 12 Now when he came near to the gate of the city, behold, there was a dead man carried out, the only son of his mother, and she was a widow: and much people of the city were with her. 13 And when the Lord saw her, he had compassion on her, and said unto her, Weep not. 14 And he came and touched the bier: and they that bare him stood still. And he said, Young man, I say unto you, Arise. 15 And he that was dead sat up, and began to speak. And he delivered him to his mother. 16 And there came a fear on all: and they glorified God, saying, That a great prophet is risen up among us; and, That God has visited his people. 17 And this rumor of him went forth throughout all Judæa, and throughout all the region round about.

Lucas 7:11-17

11 Y aconteció el siguiente día, que Él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con Él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. 12 Y cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual también era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. 13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: “No llores.” 14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban, se detuvieron. Y dijo: “Joven, a ti digo: Levántate.” 15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. 16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y esta fama de Él salió por toda Judea, y por toda la región de alrededor.