David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

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Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre

 

Lucas 1:39-56

39 Y en aquellos días levantándose María, se fue aprisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Y de dónde esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque he aquí, tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor. 46 Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor; 47 Y mi espíritu se regocijó en Dios mi Salvador, 48 porque ha mirado la bajeza de su sierva; y he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. 49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; y santo es su nombre. 50 Y su misericordia es en los que le temen, de generación en generación. 51 Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en las imaginaciones de sus corazones; 52 Derribó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos. 54 Socorrió a Israel su siervo, acordándose de su misericordia; 55 tal como habló a nuestros padres, a Abraham, y a su simiente para siempre. 56 Y se quedó María con ella como tres meses, y se regresó a su casa.

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