David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

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Sano en cuerpo y alma

Diez leprosos habían sido curados (Lucas 17:11.19). Sólo uno, al ver el milagro que se había hecho en su caso, sintió la necesidad de volver atrás y dar gracias al sanador. Sólo a éste Jesús le dijo: “Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”. Había sido sanado en alma y cuerpo. Sus pecados fueron perdonados y su cuerpo fue sanado.

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