David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

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Nadie puede seguir a Cristo en secreto

Nicodemo vino a Jesús de noche porque no quería ser visto por los otros fariseos. Temía ser denunciado como discípulo y así perder su puesto entre la clase alta. Jesús le dijo en Juan 3:1-17 que para ser su discípulo fue necesario ser bautizado y hacer una declaración pública de fe en Él. Estas palabras de Jesús están dirigidas no sólo a Nicodemo, sin o a todos los que quieren seguir a Jesús. Desde el principio, la confesión de fe en Jesús como Señor y Salvador ha sido parte indispensable del rito bautismal. La iglesia primitiva adoptó el Credo Apostólico como su confesión bautismal. Cada vez que confesamos el Credo Apostólico estamos recordando nuestro bautismo. También se encuentran en el Libro de Concordia, como documentos fundamentales de la Iglesia Luterana, el Credo Niceno y el Credo Atanasio. La iglesia ha usado el Credo Niceno por los servicios en que se celebra la Santa Cena. Se sugiere que en este día se use el Credo de Atanasio en lugar de los otros credos porque el Credo Atanasio es muy claro y completo y incluye advertencias contra el rechazo de la doctrina de la Santa Trinidad.

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The name in which we baptize

John 3:1-18

1 Now there was a man of the Pharisees named Nicodemus, a ruler of the Jews. 2 This man came to Jesus by night and said to him, “Rabbi, we know that you are a teacher come from God, for no one can do these signs that you do unless God is with him.” 3 Jesus answered him, “Truly, truly, I say to you, unless one is born again he cannot see the kingdom of God.” 4 Nicodemus said to him, “How can a man be born when he is old? Can he enter a second time into his mother’s womb and be born?” 5 Jesus answered, “Truly, truly, I say to you, unless one is born of water and the Spirit, he cannot enter the kingdom of God. 6 That which is born of the flesh is flesh, and that which is born of the Spirit is spirit. 7 Do not marvel that I said to you, ‘You must be born again.’ 8 The wind blows where it wishes, and you hear its sound, but you do not know where it comes from or where it goes. So it is with everyone who is born of the Spirit.” 9 Nicodemus said to him, “How can these things be?” 10 Jesus answered him, “Are you the teacher of Israel and yet you do not understand these things? 11 Truly, truly, I say to you, we speak of what we know, and bear witness to what we have seen, but you do not receive our testimony. 12 If I have told you earthly things and you do not believe, how can you believe if I tell you heavenly things? 13 No one has ascended into heaven except he who descended from heaven, the Son of Man. 14 And as Moses lifted up the serpent in the wilderness, so must the Son of Man be lifted up, 15 that whoever believes in him may have eternal life. 16 “For so loved the world, that he gave his only Son, that whoever believes in him should not perish but have eternal life. 17 For God did not send his Son into the world to condemn the world, but in order that the world might be saved through him. 18 Whoever believes in him is not condemned, but whoever does not believe is condemned already, because he has not believed in the name of the only Son of God.

Juan 3:1-18

1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los judíos. 2 Éste vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios por maestro; pues nadie puede hacer los milagros que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: “De cierto, de cierto te digo: El que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.” 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” 6 “Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.” 7 “No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez.” 8 “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.” 9 Respondió Nicodemo, y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: “¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?” 11 “De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto testificamos, y no recibís nuestro testimonio.” 12 “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” 13 “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo.” 14 “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado;” 15 “para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” 16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” 17 “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.” 18 “El que en Él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya es condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”