David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

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Bendito Él que viene en el nombre del Señor

Hoy también nosotros respondemos a la invitación de Zacarías 9:9-12 a las hijas de Sión. Cada domingo cantamos estas palabras en la segunda parte del Sanctus. “Bendito Él que viene en el nombre del Señor” (Salmo 118:25; Juan 12:13). Anticipamos el día cuando Cristo vendrá en gloria y “en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:5-11).

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Bendito el que viene en el nombre del Señor

“¡Hosanna! ¡Bendito el Rey de Israel, que viene en el nombre del Señor!” Hoy día usamos una versión de estas palabras de Juan 12:12-19 en nuestra liturgia como la segunda parte del Sanctus. La palabra hosanna es una forma imperativa del verbo que en hebreo quiere decir salva.Tanto la aclamación hosanna como las palabras, “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor” vienen del Salmo 118:25-26. El Salmo 118 es un salmo procesional en el que se celebra la liberación repetida de Dios de su pueblo a lo largo de los siglos. Los fieles entrarían por las puertas del Templo de Jerusalén con palmas para recibir la bendición sacerdotal del versículo 26. Estas palabras del salmo se entendían en un sentido mesiánico, como nuestra lectura del Antiguo Testamento, Zacarías 9:9-12. “Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén; y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones; y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.” El profeta no habló de un conquistador o revolucionario que viene montado en un caballo para establecer su reino por la violencia, sino un rey que viene montado en un burro para hacer un tratado de paz. A pesar de eso, muchas personas entendieron su entrada triunfal en un sentido político o nacionalista. Los discípulos tampoco no entendieron en aquel momento, pero después de la resurrección, si.