David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

By

Es imposible separar la fe del amor de Dios

Nuestra lección del Antiguo Testamento (Génesis 15:1-6) habla de la fe de Abraham. La epístola (1 Juan 4:16-21) habla del amor perfecto que fluye de Dios hacia nosotros y de nosotros hacia nuestro prójimo. Las palabras “El perfecto amor echa fuera el temor” unen los dos temas. La Apología de la Confesión de Augsburgo, artículo IV:141) dice esto: “Es imposible separar la fe del amor de Dios, por pequeño que sea, porque por medio de Cristo se llega al Padre; y una vez aceptado el perdón de los pecados, estamos seguros de que tenemos un Dios es el Dios nuestro, es decir, de que Dios cuida de nosotros. En consecuencia le invocamos, le damos gracias, le tememos y amamos, como nos lo enseña Juan en su primera carta (1 Juan 4:19): Amamos porque él nos amó primero es decir, porque dio a su Hijo por nosotros y nos perdonó nuestros pecados. Entonces indica que la fe precede mientras que el amor sigue.”

By

Fe, esperanza y amor permanecen para siempre

Los espejos antiguos estaban hechos de metal pulido. Por eso la imagen en el metal no siempre era clara. Las palabras de 1 Corintios 13:12 resaltan la insuficiencia del conocimiento actual que el hombre tiene de Dios en contraste con el conocimiento que Dios tiene del hombre ahora y el conocimiento de Dios que el hombre tendrá en el futuro. No porque la Palabra sea oscura, sino porque nuestro entendimiento no es suficiente para captar las maravillas de su sustancia y cualidades. En nuestro epístola para este domingo, 1 Corintios 13:1-13, San Pablo nombró tres virtudes de la vida cristiana: la fe, la esperanza y el amor. Por obra del Espíritu Santo, todas estas manifiestan en cualquier creyente. Esto contrasta con los dones del Espíritu que no se prometen a todos los fieles en todo tiempo y en todo lugar, como hablar en lenguas o profecía.

By

Escucha su Palabra y voz

La parábola del hombre rico y Lázaro (Lucas 16:19-31) no enseña que las riquezas en si mismas sean malas y lleven al individuo al infierno. Esta parábola tampoco dice que la pobreza, la miseria y la aflicción en si mismas conducen a la vida eterna. Más bien, establece una comparación entre el creyente que sufre pero se humilde y fiel, Lázaro, y el incrédulo egoísta e impenitente. Toda la parábola es una advertencia a los oyentes de Jesús para que escuchen la Palabra de Dios, la única que puede hacer que una persona se arrepienta y obtenga la vida eterna.

By

Cristo te ama, no importa tu color

Efesios 2:13-22

13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque Él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación; 15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos contenidos en ordenanzas, para hacer en sí mismo de los dos un nuevo hombre, haciendo así la paz; 16 y reconciliar con Dios a ambos en un cuerpo mediante la cruz, matando en sí mismo las enemistades. 17 Y vino, y predicó la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18 porque por medio de Él ambos tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios; 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien también vosotros sois juntamente edificados, para morada de Dios en el Espíritu.

By

Padre Abraham tiene muchos hijos

Lucas 16:19-31

19 “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.” 20 “Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de él, lleno de llagas,” 21 “y deseaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.” 22 “Y aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Y murió también el rico, y fue sepultado.” 23 “Y en el infierno alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham de lejos, y a Lázaro en su seno.” 24 “Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama.” 25 “Y Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado, y tú atormentado.” 26 “Y además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan, ni de allá pasar acá.” 27 “Entonces él dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,” 28 “porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, para que no vengan ellos también a este lugar de tormento.” 29 “Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.” 30 “Él entonces dijo: No, padre Abraham; mas si alguno va a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.” 31 “Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos.”