David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

By

Desde lágrimas a la alegŕia

Al igual que con el hijo de la viuda de Naín y Lázaro, nuestro Señor permitió a la hija de Jairo una extensión de su vida terrenal (Mateo 9:18-26). Pero para todos los fieles, la muerte física es meramente un breve sueño del cual habrá un despertar glorioso cuando Dios reúna alma y cuerpo.

By

La Palabra da vida

Jesucristo revivificó al hijo de la viuda de Naín en nuestra lectura del Evangelio de hoy (Lucas 7:11-17) por el poder de su propia Palabra. El profeta Elías en nuestra lectura del Antiguo Testamento (1 Reyes 17:17-24) también revivificó el hijo de una viuda pero no por su propia palabra o propio poder. Jesús sigue llamando a los pecadores de la muerte espiritual a la vida eterna por medio de su Palabra. Cristo no sólo derrotó la muerte temporal sino también la muerte eterna.

By

Más que un profeta

Cuando el pueblo decía: “Ha surgido entre nosotros un gran profeta”(Lucas 7:11-17), tal vez ellos estaban pensando en Elías. En nuestra lectura del Antiguo Testamento (I Reyes 17:17-24) para el decimosexto domingo después de Trinidad, Elías también restauró su hijo a una viuda. Sin embargo, ni Elías ni Eliseo (II Reyes 4:36) ni Pedro (Hechos 9:41) ni Pablo (Hechos 20:10-12) resucitaron a los muertos por su propia palabra o poder. Un mero reconocimiento de Jesús como gran profeta y reformador social no es suficiente en ningún momento. Todos los hombres deben saber que Él es el único Señor de la vida y Salvador del mundo. Sólo este conocimiento y confianza traerán la vida eterna.

By

En el bautismo hay la promesa de nuestra resurrección

Los medios de gracia a través de los cuales obra el Espíritu Santo desde ahora hasta el Día del Juicio son la Palabra y los sacramentos que Dios ha dado a su iglesia. El versículo 16 es una parte especialmente importante de nuestro texto para el Domingo de Pascua (Marcos 16:1-20). El Catecismo Menor del Doctor Martín Lutero dice así sobre el bautismo: El bautismo efectúa perdón de los pecados, redime de la muerte y del diablo, y da la salvación eterna a todos los que creen, tal como se exprese en las palabras y promesas de Dios. Y estas palabras y promesas son las que nuestro Señor dice en versículo 16 del último capítulo del evangelio de San Marcos. “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Hoy comienza la nueva vida en Cristo para Pedro José Gael Santana Marquina. Que el Señor proteja su entrada y su salida, desde ahora y para siempre. Amén.