David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

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Por gracia somos salvos

Efesios 2:1-10

1 Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia; 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo; en la concupiscencia de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar con Él, en lugares celestiales en Cristo Jesús; 7 para mostrar en las edades venideras las abundantes riquezas de su gracia, en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

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Las lágrimas de Jesucristo muestran su misericordia

Las lágrimas de Cristo son la evidencia de que Él sinceramente no quiere nuestra perdición. Pero, Él no lloró solo por la destrucción material del templo y la ciudad, también por la caída espiritual del pueblo de Dios. San Pablo también se afligió por la apostasía de los judíos en nuestra epístola de hoy (Romanos 9:30-10:4). Para nosotros, el pueblo de Dios a través del nuevo pacto en la sangre de Cristo, tenemos la promesa de la vida eterna por la fe. Sin embargo, las cosas exteriores, un templo hermoso y obediencia en los externos, no garantizan la inmunidad de las consecuencias de nuestra soberbia y falta de arrepentimiento. El juicio contra Jerusalén y su templo es un ejemplo para nosotros también.

Lucas 19:41-48

41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, 42 diciendo: “¡Oh si hubieses conocido, aun tú, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos.” 43 “Porque vendrán días sobre ti, que tus enemigos te cercarán con vallado, y te pondrán cerco, y de todas partes te pondrán en estrecho,” 44 “y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti; y no dejarán en ti piedra sobre piedra; por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.” 45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, 46 diciéndoles: “Escrito está: Mi casa, es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.” 47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los principales del pueblo procuraban matarle. 48 Y no hallaban qué hacer, porque todo el pueblo estaba muy atento oyéndole.

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Nadie puede servir a dos señores

El evangelio de hoy les dice como los cristianos deben manejar sus posesiones terrenales, siempre con el pensamiento de que todas las cosas pertenecen a Dios y que vivirán para siempre. Así como el administrador injusto astutamente usó todo en su propio interés para esta vida solamente, así el creyente hijo de Dios debe usar astutamente todo como Dios quiere que lo use en su propio interés para la vida venidera. Esta parábola no dice que la gente gana el cielo por sus obras. Está hablando del uso adecuado de los bienes terrenales en interés de otras personas y del reino de Dios. El objetivo del cristiano es lo contrario del administrador injusto. Su pensamiento principal es el gozo y la seguridad de la vida eterna.

Por motivos malos, él mostró misericordia a los deudores a su amo. Sus acciones se reflejaron en su patrón, haciendo que los deudores alabaran la generosidad del maestro. Entonces, el señor le alabó. En la primera vez, el ejemplo del administrador injusto para nosotros no es su deshonestidad, sino su generosidad, no importa el motivo, y como sus acciones glorifican su señor. También, el administrador injusto es un modelo para nosotros es su enfoque en el futuro. Tanto los creyentes como los no creyentes viven para el futuro. Los incrédulos viven solo para esta vida. El creyente siempre mantiene su atención en la vida eterna. Jesús ya le ha dado al creyente vida eterna. Sin embargo, el administrador injusto sabía que sus días en el trabajo estaban contados. Así que hizo lo necesario para asegurar su futuro. Tenemos la esperanza más brillante, por lo que debemos estar tan enfocados en mantener nuestra relación con Dios, en lugar de las necesidades materiales de esta vida.

Lucas 16:1-13

1 Y dijo también a sus discípulos: “Había un hombre rico, el cual tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él de que había disipado sus bienes.” 2 “Y le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás ser mayordomo.” 3 “Entonces el mayordomo dijo dentro de sí: ¿Qué haré? Porque mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.” 4 “Ya sé lo que haré para que cuando sea quitado de la mayordomía, me reciban en sus casas.” 5 “Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi señor?” 6 “Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, y siéntate pronto, y escribe cincuenta.” 7 “Después dijo a otro: ¿Y tú, cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. Y él le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.” 8 “Y alabó el señor al mayordomo injusto por haber hecho astutamente; porque los hijos de este siglo son en su generación más astutos que los hijos de luz.” 9 “Y yo os digo: Haceos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando fallareis, os reciban en las moradas eternas.” 10 “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.” 11 “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?” 12 “Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?” 13 “Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”

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Lobos disfrazados como ovejas

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” Mateo 7:15 “Profetas” y “maestras” eran títulos para los pastores del Nuevo Testamento (Hechos 13:1; Marcos 10:41). En nuestra lección del Antiguo Testamento (Jeremías 23:16-25) para hoy, el octavo domingo después de Trinidad, el profeta niega que los falsos profetas autoproclamados puedan ser portavoces de Jehová. También, en nuestro evangelio (Mateo 7:15-23), la voz de los falsos profetas procede de la boca de hombres que llaman a Jesús “Señor” y que pueden dar credibilidad a su mensaje por medio poderosos hechos. En nuestro evangelio, el uso del término, “falso profetas”, profetiza la venida de los disfrazados de legítimos portavoces de Jesús que lograban a conducir la gente al error. Los falsos profetas falsifican deliberadamente la Palabra de Dios. Sustituyen la verdad eterna con sus propias mentiras y la sabiduría de hombres falibles. Profesan tener una comisión de Dios mismo. Pero su verdadero carácter se mostrará después. Su naturaleza es devorar; son codiciosos de dinero, ambiciosos de poder, pero ansiosos, sobre todo, de destruir el alma.

Mateo 7:15-23

15 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” 16 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” 17 “Así todo buen árbol da buenos frutos, mas el árbol malo da malos frutos.” 18 “El árbol bueno no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.” 19 “Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.” 20 “Así que, por sus frutos los conoceréis.” 21 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.” 22 “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 “Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.”