David and Luz Maria Ernst – Serving the Lord in Venezuela

By

No sólo de pan el hombre vivirá

¿Por qué ayunó Jesús? (Mateo 4:1-11). Nuestro Señor no despreció las bendiciones de la comida y la bebida como algo pecaminoso en sí mismo. Realizó su primer milagro al convertir el agua en vino en una fiesta de bodas. El ayuno a menudo era expresaba tristeza por el pecado personal o el pecado de la nación. Pero Jesús no tenía pecado y no necesitaba arrepentirse. Ya se había sometido al bautismo de arrepentimiento de Juan y había recibido la aprobación de su Padre y el don del Espíritu Santo. Tal vez sea mejor pensar en Jesús ayunando en su dedicación a orar por nosotros los pecadores y meditar sobre el camino al que fue llamado.

By

Nuestra misión es sembrar la Palabra de Dios

En la parábola de nuestro Evangelio de hoy (Lucas 8:4-15), un sembrador salió a sembrar su semilla. La Palabra de Dios es la semilla que da vida. La Palabra de Dios es llena de su poder omnipotente, y el mismo Dios omnipotente está activo en ella y a través de ella (Hebreos 4:9-14), La imagen de Isaías 55:10-13 es la Palabra de Dios como la lluvia que da vida y hace que los cultivos crezcan y den fruto. Sin embargo, la palabra del sembrador está escrito para nuestro consuelo y amonestación, para que no nos sorprendamos ni pensemos que es extraño aunque pocas personas acepten el beneficio de nuestra doctrina, y algunas incluso se vuelvan peores.

By

La voz del Padre

En la Transfiguración (Mateo 17:1-9) la voz del Padre pronunció casi las mismas palabras que en el bautismo de Jesús: Este es mi Hijo, el Amado, en quien tengo complacencia. En relación con esto, Pedro testifica en nuestra epístola (2 Pedro 1:16-21): “Y nosotros oímos esta voz, enviada desde el cielo, cuando estábamos con él en el monte santo”.

By

La gloria de tu pueblo Israel

¿Por qué dice Hebreos 2:14-18 “la descendencia de Abraham” y no “todos los hombres”? De lo que precede y de lo que sigue se desprende claramente que Jesús es el Salvador de todos los hombres. Decir que Jesús se sometió en perfecta obediencia no sólo a la ley moral universal, sino también a las leyes ceremoniales de Moisés. Puesto que Jesús, único entre los descendientes de Abraham, fue completamente fiel al antiguo pacto, nosotros que somos uno con él en el nuevo pacto no tenemos por qué hacerlo. Sin embargo, somos herederos por medio de él de todas las promesas que Dios hizo a Abraham.

By

Vestíos de toda la armadura de Dios

¿Por qué debemos creer no solo en señales y milagros, pero solo en la Palabra de Dios? Porque la vida cristiana es una lucha contra los que San Pabla llama en nuestra epístola (Efesios 6:10-17), “principados, potestades, los gobernadores de las tinieblas de este mundo, malicias espirituales en las alturas.”

By

La fe es por el oir

San Pablo en nuestra epístola (Romanos 10:9-17) dice que la fe del corazón, tal como se expresa en la confesión de la boca, trae justicia y salvación al creyente, y ninguna obra ni mérito tendrá este resultado. Así como el corazón y la boca se mencionan juntos, así la fe y la confesión no pueden separarse: la fe debe encontrar su expresión en la confesión de la boca.

By

Cuidado con los lobos rapaces

En el Evangelio para hoy, nuestro Señor habla de “los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15-23). Cuando San Pablo estuvo a punto de dejar a los pastores en Asia Menor, también llamó lobos salvajes a los falsos maestros. Pueden llegar a los cristianos desde fuera. Surgen también en la iglesia, en las congregaciones. ¿Por qué la gente le teme a los lobos? Porque los lobos matan y devoran a la gente, en este caso no a la carne y los huesos, sino de las almas de los creyentes.

By

Es imposible separar la fe del amor de Dios

Nuestra lección del Antiguo Testamento (Génesis 15:1-6) habla de la fe de Abraham. La epístola (1 Juan 4:16-21) habla del amor perfecto que fluye de Dios hacia nosotros y de nosotros hacia nuestro prójimo. Las palabras “El perfecto amor echa fuera el temor” unen los dos temas. La Apología de la Confesión de Augsburgo, artículo IV:141) dice esto: “Es imposible separar la fe del amor de Dios, por pequeño que sea, porque por medio de Cristo se llega al Padre; y una vez aceptado el perdón de los pecados, estamos seguros de que tenemos un Dios es el Dios nuestro, es decir, de que Dios cuida de nosotros. En consecuencia le invocamos, le damos gracias, le tememos y amamos, como nos lo enseña Juan en su primera carta (1 Juan 4:19): Amamos porque él nos amó primero es decir, porque dio a su Hijo por nosotros y nos perdonó nuestros pecados. Entonces indica que la fe precede mientras que el amor sigue.”

By

Él os enseñará todas las cosas

Nuestras lecturas de Génesis 11:1-9 y Hechos 2:1-21 describen eventos similares con resultados diferentes. En ambos casos, los hombres de repente empiezan a hablar en diferentes idiomas y finalmente se dispersan por todo el mundo. Pero en el primer caso fue un castigo de Dios y en el segundo, una bendición. Porque los que construyeron el torre de Babel desafiaron la voluntad del Padre, mientras los discípulos de Jesús le obedecieron. De todo modo, la voluntad de Dios fue cumplida.

By

El Espíritu Santo como Guía y Protector

En Juan 16:5-15, Jesús les habla de la triple obra del Espíritu Santo. Él convencerá al mundo, a todos los hombres, de tres cosas: pecado, justicia y juicio. Además, a través de la Palabra escrita, el Espíritu guía, conduce y consuela a la Iglesia hasta el fin de los tiempos.